Categoría: Varios

Cortarrollos en San Fermín

Lo sé, lo sé… No hace falta que me lo digáis.

Este «chiste» va dedicado a la señorita Sara, por haber gestado, en parte, el mismo.

 

Benetton y los gatos muertos

Hoy me váis a permitir, ya que no lo hago nunca, emplear mi blog para una pequeña lucha personal. En este post no hay viñeta, pero espero que le dediquéis un minuto para leerlo.

Como muchos sabéis trabajo en una agencia de publicidad situada en pleno centro de Valencia. El balcón interior da a un amplio deslunado que comparten varios edificios de oficinas. En él, desde que estamos instalados, hemos contemplado día tras día la convivencia de dos gatos. Uno negro y uno gris. Al principio se llevaban mal, pero poco a poco fueron congeniando y es divertido ver como juegan entre ellos o se lavan la cabeza el uno al otro. Bueno, ya me entendéis, esa ternura que despiertan los gatos…

¿Cómo llegaron ahí? Ni idea. Ya estaban allí. El caso es que los gatos estaban bien mantenidos. Desde el único ventanal al que se puede acceder a esa zona del deslunado alguien ponía comida y agua. Pero un día dejaron de hacerlo.

Ahora los gatos están en los huesos, y parece que a nadie en todo el deslunado le importa un huevo. Claro, son gatos. Ellos tienen mucho trabajo. Y hay crisis.

He bajado a preguntar al comercio cuyo ventanal da al deslunado, cargado con una bolsa de pienso. Es una tienda de Benetton situada en la Calle Colón, en el centro de Valencia. Según me ha comentado la primera dependienta que me he encontrado, una de las empleadas acostumbraba a darles comida a pesar de recibir contínuos avisos de su encargada para que dejara de hacerlo. Días más tarde la empleada fue trasladada a otra tienda. Seguramente a una sin gatos cerca. He hablado con la encargada. No ha entrado en razón. No quiere animales cerca de su tienda.

La tienda ha preferido cerrar los ventanales y abandonar a su suerte a este par de gatos, que ya deambulan famélicos pidiendo algo que echarse a la boca con agónicos maullidos. Desde mi balcón lo único que puedo lanzar son pequeñas servilletas con pienso en el interior, pero me es imposible hacerles llegar agua.

Y lo sé, no son sus gatos, no tienen por qué alimentarlos, solo son empleadas de una tienda… Pero realmente, ¿qué les impide sacar de vez en cuando un poco de pienso en el deslunado? ¿Acaso prefieren el aroma de la putrefacción dentro de unos días? La próxima vez no pienso aplaudir ninguna de esas campañas solidarias de Benetton (si es que las sigue haciendo). Es una tienda, lo sé, no es toda la empresa, pero me resbala. Son dos gatos, e involuntariamente han acabado siendo su responsabilidad. No les pido que saquen el país de la crisis.

El post en meneame, aquí. Si llega a portada se van a cagar.

Actualización: La Protectora ya está avisada. Han tomado buena nota y tienen mi número de teléfono. Mientras tanto he probado a dejar caer esa bolsa de hielos, pero con poca fortuna. No pasa nada. Esta tarde me las ingeniaré para descargar un recipiente con agua. Colgaré fotos.

Actualización (II): Acaban de llamarme de la protectora. Van para allá. Directos a la tienda de Benetton. Yo no estoy por la zona, si no haría fotos 🙂

Actualización (III): La Protectora ya ha metido mano. Ha dejado dos «trampas» para sacarlos de ahí.

Actualización (IV): Benetton se ha pronunciado. Ha contestado a algunas de las publicaciones en su muro de Facebook. «UNITED COLORS OF BENETTON Guys, gracias para contarnos de los gatitos. El tema ya esta solucionado, les pondran agua y comida hasta el lunes, que llegara la protectora a por ellos:-)» [Fuente] Bien, Benetton, bien…

Lo que no se vió en los Oscar y James Franco no se atrevió a twittear

Sí sí, señora… Con eso de los 10 segundos de retardo en la retransmisión de la ceremonia seguro que algo nos quedó por ver. Fijo que Jimmy Jump está en el nuevo y secreto Guantánamo. No digo más.

Como todos los años, un servidor no se pierde la ceremonia de entrega de los Oscar. Es el punto «Sávame Deluxe» que tengo, mire usted, no lo voy a negar, me encanta ver desfilar al famoseo hollywoodiense por la alfombra roja, y luego disfrutar de una gala en la que no entiendo ni la mitad de los chistes. Este año fue lineal, previsible y aburrida… y aunque Hugh Jackman lo bordó el año pasado, desde que no se encarga Billy Crystal de presentar los Oscar, ya no es lo mismo. Para la 83º Ceremonia, la Academia optó por James Franco y Anne Hathaway como presentadores. Ella muy mona, él muy friki. Lo más destacable de la gala fue precisamente descubrir a ese encantador James Franco (del que si fuera yo una quinceañera tendría un poster gigante colgado en mi habitación) twitteando sin parar, hasta sobre el escenario, para conseguir ese toque 2.0 que exigía la Academia para este año. No desfasó demasiado, pero vale la pena ver la galería de vídeos e imágenes que fue colgando durante toda la madrugada.

Aunque la gala fue un rollo se me hizo mucho más entretenida no sólo gracias a los tweets de Franco (joder, qué escalofrío me ha venido de pronto) sino a los del resto de usuarios de mi timeline, en especial @lojoquetecojo, con el que me pude reir bien a gusto.

De garbanzos

¿Lo ve señora? Otra viñeta sobre dopaje.

– Ya, pero no sobre Marta Doppínguez.

… Oiga, mire, ¿no tiene que irse a ver el programa ese de reconstruir casas o algo así?

Premios Web Las Provincias

Pues eso. Las Provincias ha organizado un concurso para premiar las mejores webs de distintas categorías entre todas las que han llegado a tiempo para registrarse. En la categoría Personal podéis encontrar el blog Un respeto a las canas, y si os aburrís en algún momento y ya habéis leído el Marca, podéis pasaros a dejar vuestro voto y os prometo que no dejaré de hacer viñetas mientras el pulso me aguante 🙂

Aquí os dejo el link.

Gracias!