Etiquetado: videojuegos

Di NO… al Tetris

 

Que no mamá, que cuando estaba con la consola y dije que iba «a tope» porque ya tenía cuatro rayitas, me refería a rayitas de vida…
 
Bah… tampoco creo que lo entienda.
 
[De nuevo, la noticia]
 

Un gramito de Pong

Los videojuegos, una droga sin sustancia

 

 

Pues sí, lo que leen. Rubalcaba añadirá en el programa del PSOE para las próximas elecciones a los videojuegos en el Programa Nacional sobre Drogas, eso sí, como una droga sin sustancia, o sea, algo más próximo a la ludopatía, salvo que alguien se dedique realmente a meterse en el cubata las bolitas blancas del comecocos, que ya sería otra cosa más grave, todo sea dicho. [Noticia]

 

De momento me de por pensar que aquel anuncio de hace algunos años (¡maldita sea, no lo he encontrado en Youtube!) no tendría el mismo significado… vaya que no.

 
En relación a esta noticia aprovecho para recordar esta otra cuyo titular dicta: «Los jugadores de videojuegos consumen menos drogas, tabaco y alcohol» [Leer]

Ahí lo dejo.

 

Relacionado: Si tu hijo está loco no le eches la culpa a los videojuegos

 

Identificando las causas de los altercados en Londres

Si tu hijo está loco, no le eches la culpa a los videojuegos

 

Tras la masacre noruega de Utoya, llevada a cabo por un desequilibrado fanático que acabó con la vida de decenas de jóvenes, se ha hablado mucho y, como es normal en estos casos, se han dicho muchas tonterías. Algo que ha dado mucho juego es el perfil de Facebook de Breivik, el asesino, en el cual se pudieron ver sus gustos y preferencias culturales, entre las cuales aparecen algunos títulos de videojuegos. Y como era de esperar, ya se ha liado. Hace pocos días, varias tiendas noruegas de videojuegos retiraron del mercado algunos ejemplares por su directa vinculación con el autor de la masacre, en total hasta 51 títulos. [Noticia]

 

Así pues, una vez más, con esa virtud que nos caracteriza, maxificamos el pánico cuando se nos pide precisamente todo lo contrario. Psicólogos, analistas y otros listos que se creen con la capacidad de decidir qué es bueno y qué es malo para el consumo de la sociedad, salen a la luz cuando la carroña de los cadáveres todavía no se ha enfriado. Y ahora la alarma social se cierne de nuevo sobre los videojuegos, como ya ocurrió tras el Asesino de la Catana o como, en otra materia, con los juegos de rol. Y es que señora, da igual que le apague el ordenador a su pequeño, que le oculte los juegos de guerra, el Final Fantasy o hasta el Pacman, no importa cuál sea la fuente de inspiración. Si su hijo está loco, locuras hará.

 

 

Hansel & Gretel Vice City

Hey Blancanieves, prueba esta manzana… es buena mierda brotha…

Hace un par de días, el Supremo de los Estados Unidos rechazó una ley del Estado de California que prohibía la venta a menores de edad de videojuegos con un alto contenido violento. Curiosamente esta ley fue propuesta por el entonces Gobernador de California Arnold Schwarzenegger, quien estuvo vinculado en sus tiempos mozos con la violencia explícita en la gran pantalla y en la televisión.

Según el Supremo no existe tradición en EEUU de prohibir a los menores el acceso a materiales violentos y alude a la libertad de expresión para defender sus argumentaciones. Pero lo más destacable es la puntilla que ha dejado el portavoz, Antonin Scalia, quien hace referencia, para defender su posición, a la salvaje violencia que ya existe en los cuentos tradicionales que leen los más pequeños, concrétamente en las obras de los Hermanos Grimm, donde las palomas les sacan los ojos a las hermanastras de Cenicienta, la bruja de Blancanieves es obligada a llevar zapatillas rojas y bailar hasta desfallecer y morir o Hansel y Gretel, un par de niños, deciden meter en el horno a la bruja y cocerla viva.

Aunque algunos de estos cuentos varían en sus versiones dependiendo del país donde se narre, me niego a aceptar la comparación entre algo tan ilusorio como cocinar una bruja y las imágenes realistas y explícitas que algunos videojuegos plasman en sus argumentos en forma de violaciones, robos de coches, palizas y tráfico de droga como el contenido que podemos ver en prácticamente toda la saga Grand Theft Auto. Aún siendo un defensor a ultranza del videojuego como elemento cultural y en muchas ocasiones educativo, y admirador de la saga GTA (concretamente del St. Andreas), creo que todo tiene un límite, y un menor a quien leen antes de acostarse los cuentos de Caperucita Roja puede no estar preparado para ver la película Reservoir Dogs (aunque si tengo un hijo me va a ser complicado no hacerle ver ese peliculón a los cinco años) ni echar una partida al Dead Space 2.

Por otra parte me gustaría saber qué opina de todo esto el precursor de la ley, Mr. Arnold, quien ahora que se ha desvinculado de la política vuelve a formar parte del estrellato Hollywoodiense y que muy probablemente estará en el reparto de la nueva de Terminator. Y Terminator 5 seguro que tiene un videojuego… Y no creo que sea de plataformas, precisamente.

[Noticia]

Ah, y por si a alguien le queda la duda de por qué se ha llegado a este punto no hay más que echarle un ojo a las cifras de venta de los videojuegos en EEUU: Insert coin

Hansel & Gretel Vice City

Hey Blancanieves, prueba esta manzana… es buena mierda brotha…

Hace un par de días, el Supremo de los Estados Unidos rechazó una ley del Estado de California que prohibía la venta a menores de edad de videojuegos con un alto contenido violento. Curiosamente esta ley fue propuesta por el entonces Gobernador de California Arnold Schwarzenegger, quien estuvo vinculado en sus tiempos mozos con la violencia explícita en la gran pantalla y en la televisión.

Según el Supremo no existe tradición en EEUU de prohibir a los menores el acceso a materiales violentos y alude a la libertad de expresión para defender sus argumentaciones. Pero lo más destacable es la puntilla que ha dejado el portavoz, Antonin Scalia, quien hace referencia, para defender su posición, a la salvaje violencia que ya existe en los cuentos tradicionales que leen los más pequeños, concrétamente en las obras de los Hermanos Grimm, donde las palomas les sacan los ojos a las hermanastras de Cenicienta, la bruja de Blancanieves es obligada a llevar zapatillas rojas y bailar hasta desfallecer y morir o Hansel y Gretel, un par de niños, deciden meter en el horno a la bruja y cocerla viva.

Aunque algunos de estos cuentos varían en sus versiones dependiendo del país donde se narre, me niego a aceptar la comparación entre algo tan ilusorio como cocinar una bruja y las imágenes realistas y explícitas que algunos videojuegos plasman en sus argumentos en forma de violaciones, robos de coches, palizas y tráfico de droga como el contenido que podemos ver en prácticamente toda la saga Grand Theft Auto. Aún siendo un defensor a ultranza del videojuego como elemento cultural y en muchas ocasiones educativo, y admirador de la saga GTA (concretamente del St. Andreas), creo que todo tiene un límite, y un menor a quien leen antes de acostarse los cuentos de Caperucita Roja puede no estar preparado para ver la película Reservoir Dogs (aunque si tengo un hijo me va a ser complicado no hacerle ver ese peliculón a los cinco años) ni echar una partida al Dead Space 2.

Por otra parte me gustaría saber qué opina de todo esto el precursor de la ley, Mr. Arnold, quien ahora que se ha desvinculado de la política vuelve a formar parte del estrellato Hollywoodiense y que muy probablemente estará en el reparto de la nueva de Terminator. Y Terminator 5 seguro que tiene un videojuego… Y no creo que sea de plataformas, precisamente.

[Noticia]

Ah, y por si a alguien le queda la duda de por qué se ha llegado a este punto no hay más que echarle un ojo a las cifras de venta de los videojuegos en EEUU: Insert coin

Cine y videojuegos en la mina

Antes de nada, espero que nadie se ofenda con esta viñeta. Soy consciente de la cantidad de chilenos que alguna vez han pasado por este blog, y ésta es la manera que tengo de tratar el tema y sobre todo, de dar mi apoyo a todo aquel que se sienta directa o indirectamente afectado con la intesa situación que se vive en el interior de esa mina y fuera de ella.

Como supongo ya sabéis, para afrontar la ansiedad y el riesgo de depresión, a los mineros atrapados en Chile se les ha hecho llegar un proyector de cine, videojuegos, música y otras herramientas para que el paso del tiempo se haga, dentro de lo posible, más soportable.

Lo cierto es que después de ver el vídeo que grabaron los supervivientes, no me cabe ninguna duda de que saldrán de ahí. Parecen unos mineros con un buen par de cojones.

La noticia.