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Demasiado fea para Masterchef
Pensaba que no podía ver algo más clasista en Masterchef que las comilonas que brindan a la jet set de turno cada semana. Hasta esta noche.
En la cuarta semana de esta nueva edición del programa de cocina, los telespectadores hemos sido testigos de un lamentable y humillante capítulo que ha tenido a Esmeralda, la desempleada valenciana (así es como nos la presentan desde el inicio), como protagonista. Una concursante que puede caer en peor o mejor gracia debido a su peculiar personalidad y su empalagoso exceso de felicidad, pero que TVE, esta noche, decidió apartar por un momento sus dotes culinarias y juzgarla directamente por su físico. Ruin.
Lo hizo, además, de la mano de ese elemento tan prescindible en el show como es Eva González, una miss (o ex-miss, no sé si este tipo de títulos caducan) que, galones de pasarela por delante, decidió regalarle un inmenso favor a Esmeralda: maquillarla.
Por lo visto, según Masterchef, para ser una cocinera de primera clase es fundamental peinarse y acicalarse debidamente. Puede que no sea la única (y único) concursante que prescinda de tales cuidados, pero claro… Esmeralda es «bajita y entrada en carnes».
Y encima es tan tímida e inocente… Tanto que hasta uno de los concursantes, tras la eliminación de Esmeralda (consumada esta misma noche), afirmó que durante su estancia fue objeto de burlas y humillaciones por parte de algunos de sus compañeros. ¿Es por ello que el programa decidió obsequiarle con una «sesión de belleza» o directamente se unió a la lamentable azotaina dando el golpe de gracia?
¿Qué será lo próximo? ¿Llevar a Jose Luis, el manchego, a un logopeda? ¿Atarle la mano izquierda a los concursantes zurdos?
Esta noche la decencia de la televisión pública nos ha puesto sobre la mesa un «León come gamba». Y lo ha hecho con tu dinero y con el mío.
Vuelve Twin Peaks
Twin Peaks es como Indiana Jones. Es lo mejor de su género, pero si no cuentas la última parte. La serie puede compensarlo, con mucho miedo, eso sí, ahora que ha anunciado su regreso.
Nos quedará la duda de si David Lynch ya tenía la jugada pensada cuando Laura Palmer, en su versión sueño, le dijo al agente Cooper: «Nos veremos dentro de 25 años». Bueno, ¡qué coño!… Como muchas otras cosas de la mítica serie, esto también carecería de explicación alguna y ahora los productores han sabido sacarle provecho. No hay que ser un lumbreras para adelantar el éxito en audiencia que puede suponer una secuela de, probablemente, la mejor serie dramática de la historia en plena época dorada del género.
Pero… ¿25 años? La mayoría del reparto seguro que ha palmado o está senil. Seguro que el enano ya no está entre nosotros…¡o el gigante! Joder, esas personas tan excepcionales siempre tienen una esperanza de vida complicada. PUES NO. Vivitos y coleando. BRA-VO.
Por una parte, Sheryl Lee, la actriz que encarnaba a Laura Palmer, luce hasta un aspecto más alegre que cuando salía en la serie envuelta en plástico, por el otro, Frank Silva, quien interpretara a Bob, es justo lo contrario, desde que palmara en 1995 luce ese aspecto azulado tan característico.
Pero mención especial se merece la que fuera el pibón de la serie. Lara Flynn Boyle, Donna, la mejor amiga de Laura, que de reaparecer en la secuela de 2016 aportará, sin ninguna duda, ese puntillo sórdido que tanto gusta al señor Lynch.

Lara Flynn Bollo

Posibles nuevas series españolas
Tras la cancelación, ya hace algunos meses, de la versión española de Las chicas de oro, ha sido hace poco la castellanizada Cheers (AKA Los Cheerrano) la que ha estado cerca de desaparecer tras sus primeros y escasos capítulos (¿fue solo uno?), pero, no obstante, se tomarán un respiro para cambiar por completo los guionistas y rehacer el enfoque de la versión del clásico de la televisión.
Aún así, si de adaptaciones de series americanas de éxito se trata, hay todavía un gran abanico donde elegir. Si vuelve a fallar Cheers, siempre podemos reconvertir a Jesús Bonilla en Alf, que da la talla, pintar de amarillo a Tito Valverde para que lidere la versión castiza de Los Simpson, Mario Casas en la piel de Zack Morris en Salvados por la Campana (y Paco León haciendo de Screech), El Equipo A, con Pepe Sancho (Hannibal), Fernando Tejero (Murdock), Miguel Ángel Muñoz (Fénix) y alguien pintado de negro haciendo de M.A. (no tenemos actores negros, ¿qué quiere que le haga?), el de Águila Roja haciendo de McGyver (rehaciendo aquel capítulo en el País Vasco), Anabel Alonso embutida en un bañador rojo a lo Pamela Anderson (no tenemos otra con tantas tetas, lo siento), Lydia Bosch haciendo de la delgada y acompañado, por qué no, del mismísimo David Hasselhoff (que acaba de colaborar en una película española) para traer Los vigilantes de la playa a las playas de Cullera. Rescatar a todo el elenco de Al salir de clase (los que no se hayan echado a las drogas) para producir una versión española de Sensación de vivir y partirle la nariz a la hija de Aída (poner el píe en Polvorosa) para que haga de Blossom… En fin, que opciones haberlas, haylas… Es cuestión de estómago.
Para terminar os dejo con una escena de Cheers, la original, y así nos quitamos el mal sabor de boca.
Telecinco vs Antena 3
La verdad es que es bastante lamentable.
Para el que no se haya enterado, Telecinco y Antena 3 (con la reciente incorporación de cuatroº a la primera y la posible de La Sexta a la segunda) andan enzarzadas en una batalla de lo más patética. La última ha sido la respuesta de Telecinco al provocativo anuncio de Antena 3. Este último se enorgullecía de hacer «entretenimiento que no humilla a nadie» (¿dónde echan «El diario de Patricia»?) y la cadena de Berlusconi, sintiéndose aludida, ha respondido con un spot en el que se ampara en las cifras y audiencias. O sea, de ambas mierdas, la que más moscas atrae.
Que os traigan muchas cosas los Reyes. Por ejemplo una abdicación.