Después de que el programa de Telecinco «La Noria» entrevistara a la madre de «El Cuco» (presunto asesino de Marta del Castillo) y cobrara por ello, todos y absolutamente todos los anunciantes han retirado su publicidad del polémico programa. [Noticia]

 

Obviamente la presión del público, sobre todo en las redes sociales, ha tenido más influencia que la ética y el decoro de los propios anunciantes (con excepción de los primeros como Campofrío, Puleva o Bayer) que abandonaban un barco en llamas más bien por evitar una mala prensa y recibir airadas críticas por parte de la opinión popular.

 

Y ahora yo me pregunto… ¿Qué pasa con la marca de la ropa que viste al presentador y a los colaboradores? ¿Y la marca de los televisores del fondo? ¿El reloj que luce Jordi González?… ¿Acabarán vistiendo de mercadillo? ¿Se desnudarán en directo? ¿Eso ya lo hacen?

 

Ahí lo dejo.

 
El caso es que este asunto no ha hecho más que avivar el debate sobre la necesidad de una entidad independiente que gestione y controle los contenidos en la televisión. Precisamente llevo dos semanas asistiendo a un Máster donde se discute este tema hasta la saciedad, así que voy a aprovechar para compartirlo con quien lea este post. Resulta que España es uno de los dos países de la Unión Europea que carece de un órgano regulador independiente que controle los contenidos televisivos, junto a… ¡Luxemburgo!
 
El CEMA (Consejo Estatal de Medios Audiovisuales) se queda de momento en un mero proyecto. La pregunta es… un organismo como este ¿evitaría el reciente circo y los juicio paralelos de La Noria?
 
De momento los dos grandes partidos se obstaculizan para favorecer la creación del CEMA. Y bueno, quien quiera profundizar un poco más en el tema, ahí va un vídeo de Manuel Campo Vidal hablando del asunto, que lo mío son las viñetas, oiga.