Balconing
Sin duda el deporte del verano. El «balconing» (qué poco nos lo curramos para ponerle nombre a las cosas) es ese deporte en el que es condición indispensable (iba a decir conditio sine qua non, pero mi blog es más chabacano) ir dopado. Es justo en esa fase cuando se decide practicar dicho deporte, saltando desde el balcón del apartamento hasta la piscina o trepando al balcón de la habitación contigua (con o sin permiso del vecino, seguramente). Es un deporte en el que hay que calentar bastante antes de practicarlo, concretamente conviene calentar en la camita hasta que se te pase el cebollón y recuperes el uso de razón, porque si no calientas lo suficiente hay un gran riesgo de lesión de gravedad más allá de las 42 semanas de baja tras una triada (fuente: PC Fútbol).
La comunidad hotelera en Mallorca ya está pensando en las medidas para frenar la práctica del «balconing» (y luego nos quejamos de que los jóvenes ya no juegan en la calle), entre las que figuran poner redes en los primeros pisos (o sea, más seguridad, más motivos para saltar) o elevar las barandillas (no son gatitos, son alemanes borrachos, saben lo que es una escalera). Yo lo tengo claro. Instalaría trampolines en los balcones para que al menos se partan la cabeza haciendo triples mortales y así el resto de turistas pueden puntuar.
Ale.
Por desgracia vivo esto muy de cerca, ya son muchos los turistas ingresados en hospitales por practicar el balconing y muchos otros expulsados de los hoteles. El otro día un amigo que trabaja en un hospital me comentó que habían ingresado a un chico inglés por tirarse de un puente para cruzar la piscina en el que ponía prohibido tirarse, este sujeto estubo a punto de quedarse paraplegico, al final 3 vertebras rotas y una factura de varias cifras porque el seguro se limpia las manos.
Juas juas, de verdad que están chalaos estos güiris!
Como idea no es mala, lo de los trampolines…