Despedido por cobrar mucho y ser más improductivo que uno de esos cacharros con bolitas que chocan sin parar.

Ser el hermano de Acebes, hoy por hoy, es tan importante como ser el propio Acebes, o sea, NADA. Pero no será éste el blog que pierda la oportunidad de echar mierda sobre el exministro con cara de Mathew Broderick con retraso, y sobre toda su familia.

Al pobre hermanito no le dolerá mucho la patada de la Diputación de Ávila que, cobrando tanto, se lleva un buen finiquito. Y ya se sabe, en momentos tan difíciles, cuando te quedas sin curro, nunca te fallará tu pareja tu familia, ni un puesto en la empresa de la cual es consejero tu hermano el de la boca de asno con deficiencia. Hale, a Iberdrola.

Adiós.