La tarta de IKEA no tiene mercado en España
Muebles igual sí. Bueno, igual no, seguro que sí. Es innegable que la invasión sueca ha mermado la tradicional industria del mueble en España. Pero la comida… Y esa tarta… No, ahí no.
Tendrá que esforzarse mucho IKEA para que nos acostumbremos a su tarta de chocolate con restos fecales, porque el ciudadano español tiene el paladar muy fino en lo que se refiere al oscuro pasajero que todos llevamos dentro. Son muchos años ya tragando mierda, y quieras que no, nos hemos fidelizado al producto autóctono. Vamos… que no estamos dispuestos a comer mierda de los demás cuando ya tenemos suficiente con la nuestra. Oh… ¡qué delicia! Tarta con sabor a corrupción, a sobres, a mentiras, mierda con aroma a Louis Vuitton, uhmmm… esos tropezones enredados en los pelos del culo de Urdangarín, ¡qué sabor! Las heces del Rey, del trono real directos a tu plato… ¡un manjar! Mojones con un 21% de IVA, zurullos de copago y una selección deluxe de ñordos de imputados.
Nuestra carta es selecta y para todos los gustos. No me vengan ahora con mierda sueca, que nos hemos vuelto muy exquisitos.
Viva la escatología… y el buen humor! Jajaj